Psicología: Como manejar en barro, Pablo Bincovich

Psicología

Como Manejar en el barro

Por Pablo Bincovich

Mi abuelo tenía un Torino, siempre me gustó. Un sábado me despertó y me dijo si quería aprender cómo funcionaba, conocer sus partes. ¡No lo dude! ¡Claro que quería! Lo que no esperaba es que ese conocimiento iba a venir en formato charla, con papel y lápiz, y que no incluía abrir el capot ni enmugrecerme con grasa.

Desde chico me gustó arreglar cosas, era más de desarmar para armar, entender, experimentar. Este último término significa simplemente recibir en el organismo la repercusión de los hechos, sensoriales o fisiológicos, que están produciéndose en un momento determinado.

En el libro “Otra vuelta a la economía”, sobre economía del comportamiento, Lousteau y Campanario nos cuentan que al igual que ocurre con nuestras primeras impresiones, a menudo quedamos anclados a una roca que puede no ser conveniente para nosotros: nuestras propias ideas.

El sesgo de “exceso de confianza”. Sencillamente, valoramos nuestras ideas mucho más que las de los de más por el sólo hecho de ser nuestras. Y así como existe el sesgo de confianza, también nos hablan acerca del “sesgo de confirmación”: solemos buscar datos y prestar atención a aquellas cosas que confirman lo que ya pensábamos.

En otras palabras, tendemos a reforzar nuestra idea original sobre un determinado tema, aunque la evidencia la contradiga: vemos esta información a través de nuestras creencias y de nuestros grupos cercanos. El otro día hablábamos sobre experiencias, y veíamos que objetivamente no son ni buenas ni malas, aunque subjetivamente depende de la experiencia particular de cada persona. Lo mismo que con los pensamientos e ideas arriba mencionados. Generalizando y entrando en estadísticas no dudo de que así sea, incluso me divierte hablar del tema, pero la idea de este espacio es adentrarnos a los significados más sutiles y ver qué de todo esto puede servir para que, si quieren, se lleven puesto. Para eso dejemos pasar las experiencias, los sesgos y las ideas. Hagamos foco en la conducta. Pepe Bleger desarrolló un esquema basado en el modelo epigenético de Erick Erickson. Estableció tres áreas de la conducta: Área de la mente | Área del cuerpo | Área del mundo externo. La conducta siempre implica manifestaciones coexistentes en las tres áreas. Es una manifestación unitaria del ser y no puede aparecer ningún fenómeno en ninguna de las tres áreas sin que implique necesariamente a las otras dos.

Por ejemplo, pensar o imaginar (conductas en el área de la mente), no pueden darse sin la coexistencia de manifestaciones fisiológicas y sociales -respectivamente- y también a la inversa.

El tema es cuando queremos cambiar determinada conducta. Del entorno social no nos podemos aislar, nuestro cuerpo solo tiene función on/off y nuestro pensamiento a veces puede encender la luz testigo de que estamos patinando en el barro.

¿Pero por qué sucede esto?

Nuestro cerebro tiende a funcionar en modo económico o ahorro de energía. Su objetivo principal es analizar y actuar con eficacia y rapidez, busca tajos, rutinas. A base de repetir, la rutina nos permite aprender y eso deja una huella en nuestra memoria. Tanta que algunos aprendizajes se convierten en un hábito y ante determinadas situaciones actuamos “sin pensar”.

Siguiendo con el ejemplo del auto y el barro, esa huella puede hacer que cuando queramos salir de ella, sea difícil y quedemos atascados, es decir, que respondamos de la misma manera ante una misma o parecida situación. Que cuando queramos cambiar una forma de pensar, de contestar, tengamos que hacer ejercicio, como cuando queremos cambiar una mala postura. Si, así de sencillo y complejo.

Pero tenemos una ayuda.

Arriba de todo dijimos que experimentar significa recibir en el organismo la repercusión de los hechos, sensoriales o fisiológicos, que están produciéndose en un momento determinado. Esto indicaría que, el camino es volver al cuerpo, a lo que nos pasa. Y el primer paso es el registro, ¿qué nos pasa? Podemos no saberlo, claro que sí. Pero ahí ya sucedió un primer registro. “Me pasa algo y no sé qué es”.

Transítalo, desmenúzalo, fíjate cómo es, qué lo activa, de dónde viene. En vez de taparnos con otra actividad, fíjate de qué se trata. Este tipo de preguntas ayudan a que permanezcamos en lo que nos sucede, para que lo podamos observar desde adentro, para poder empezar el camino de cambiar algún aspecto nuestro. La consciencia de la sabiduría organísmica propuesta por Rogers, nos brinda la posibilidad de sentir la vida, y de conocer a partir de lo que sentimos. El más sabio y sagrado de los libros está a disposición nuestra.

Nuestro cuerpo, nuestro organismo bio-psico-energético…y me vacío de palabras. Porque, aunque nos pueda dar miedo, somos más frágiles encerándonos que exponiéndoos.

Pablo Bincovich Couselor

 

 

Resumen
Como manejar en el barro
Nombre del artículo
Como manejar en el barro
Descripción
Columna de autoayuda, reflexión, aprendizaje por Pablo Bincovich Counselor
Autor
Publisher Name
Desde el pie Comunidad
Publisher Logo

Deja un comentario

Abrir chat
Gracias por visitarnos